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Entrevista a Paola Dorta. La ópera y la salud: Un diálogo entre arte y medicina

Foto del escritor: ProEscénicaProEscénica

En el universo de la salud, pocas veces nos detenemos a pensar en la influencia del arte en el bienestar físico y emocional. Sin embargo, para Paola Dorta Salfate, reconocida oftalmóloga chilena y directora ejecutiva de la Clínica KYDOFT, la conexión entre la medicina y la ópera es profunda y transformadora.

En esta entrevista, Paola Dorta nos abre las puertas a su mundo, donde el arte no solo es una pasión personal, sino también una herramienta que impacta su visión de la salud y su enfoque en la atención médica. Desde su descubrimiento de la ópera hasta su integración del arte en la filosofía de su clínica, nos comparte cómo la música y la cultura pueden ser aliados clave en la recuperación y el bienestar de los pacientes.

Asimismo, reflexiona sobre la importancia de democratizar el acceso a la ópera, la necesidad de estrategias para acercarla a nuevos públicos y cómo el arte debería estar presente en la formación de los profesionales de la salud. Acompáñanos en esta conversación inspiradora donde la ciencia y la sensibilidad artística se encuentran en perfecta armonía.


  • ¿Cómo nació tu amor por la ópera y cuál ha sido su experiencia?

Mi amor por la ópera es relativamente reciente, si bien mi amor por la música y el arte en todas sus expresiones siempre ha sido parte de mi vida. La vida me ha mostrado que el arte es un lenguaje distinto que impacta nuestro ser más allá de lo racional llevándonos a un estado de reflexión y/o bienestar. Este lenguaje del arte debe ser visto, escuchado, sentido en sus diferentes formas y algunos conectaremos con una u otra.  ¿Cuántos de nosotros soñamos con ser “artistas” y cuantos debimos recapacitar  orientándonos hacia opciones más seguras?

Pienso que es indiscutible la importancia del  arte en la sociedad pues al usar la sensibilidad nos volvemos mejores personas, nos sentimos mejor y nuestro cuerpo físico de una u otra forma se recupera. Sin embargo, sigue habiendo dificultad en que quienes optan por él como profesión este les permita realizarlo de manera plena y con la solvencia económica merecida. Así también el acceso a ciertos círculos pareciera no ser para todos.

Mi  hija mayor optó por el arte y mi hermana es cantante de ópera por lo que pasé años escuchando sus prácticas; sin embargo, mi amor por la ópera nació cuando ví que había personas que querían mostrar que era para todos y querían llevarla a la ciudad. Creo que el trabajo hecho por Sebastián Muirhead y Ariel Lagos en este sentido merece un reconocimiento y la comunicación de su humanidad a través del arte y más allá de lo económico es un ejemplo.


  • ¿Cómo se vincula el arte, la cultura y la ópera con la misión y visión de tu organización?

En nuestra clínica hemos ido evolucionando en la medida que quienes la dirigimos hemos ido madurando y comprendiendo la vida y la salud, eso lo hemos tratado de reflejar en la propuesta que ofrecemos a nuestros pacientes y colaboradores.

Evolucionamos de querer mostrar que éramos quienes tenían una gran tecnología y experiencia hacia darnos cuenta que ello es un factor básico y obligatorio, que lo importante es vernos como seres humanos, saludables. Si entendemos que la definición de salud es el bienestar físico, emocional y social y no solamente la ausencia de enfermedad; es en ese momento que dejamos de atender órganos y comenzamos a atender personas sociales. Es cuando comprendemos que hay otras áreas del ser humano que requieren atención y es aquí donde el arte tiene un rol.  Por una parte como clínica oftalmológica ayudamos a nuestros pacientes a recuperar el sentido de la vista  y con ello su lenguaje visual siempre entregado desde el respeto que queremos brindar con nuestro servicio. Por otra parte queremos que nuestra empresa sea un aporte a la sociedad con el servicio que entrega, con el ambiente que brinda a sus colaboradores y con los aportes que pueda hacer a causas que estimulen este efecto cascada de complementariedad y desarrollo.


  • ¿Crees que la ópera sigue siendo un arte vigente o necesita reinventarse para atraer nuevas audiencias?

Pienso que es un arte vigente pues siempre tendrá su público, distinto es si queremos hacer que pueda ser más accesible a la comunidad. Esto no solamente tiene que ver con un tema de costo sino también de acceso geográfico, de complejidad de ejecución y de difusión.

¿Si debe reinventarse? Pienso que todo debe hacerlo para mantenerse vigente y/o crecer. El formato itinerante y compacto de ópera en la ciudad es una excelente alternativa para romper algunas de esas barreras. Eso ha quedado demostrado en las funciones de “Ópera en la ciudad” que hemos presenciado donde personas que no habían tenido la oportunidad de acceder a una ópera quedaron maravillados con el espectáculo ofrecido. Pero también hemos podido presenciar el enorme esfuerzo directivo y de recursos que implica montar un espectáculo así.

 

  • ¿Qué estrategias se podrían implementar para llevar la ópera a comunidades alejadas o a espacios no tradicionales?

    En primer lugar pienso que se debe educar sobre la ópera para generar la necesidad de ella. Esto debe ir acompañado del acceso a presenciarla. Siempre habrá quienes valoren el arte y abran sus puertas de una u otra forma a su desarrollo, pero lo lamentable es que estas sean iniciativas personales y no sea parte sistemática de una estrategia nacional de educación de cultura y desarrollo a una escala que tenga el impacto deseado a nivel país.

 

  • ¿De qué manera la ópera y la música influyen en su trabajo con los pacientes?

Desde lo global, como mencionaba anteriormente, el arte nos guía como institución en la forma que queremos entregar nuestro servicio a nuestros pacientes, nuestros colaboradores y la sociedad.

Desde lo particular la música es una excelente herramienta de apoyo para la recuperación de la salud. La música nos impacta bioquímica y emocionalmente , el movimiento del baile nos ayuda a mantener y mejorar nuestro cuerpo físico y la música correcta nos sana el alma.

 

  • ¿Cómo podrían colaborar los profesionales del arte y la salud para generar nuevas herramientas terapéuticas?

En el proceso de recuperación de la salud quien apoya ese proceso (El equipo de salud) debiese primero trabajar en sí mismo y así lograr verse y ver al otro, su paciente. Por ende distintas formas de expresión artísticas serían de gran ayuda en el proceso de formación de profesionales de la salud.

Como decía anteriormente, la música correcta nos lleva a un estado de conexión con nosotros mismos lo que ya nos abre a la posibilidad del cambio y con ello a una mejor respuesta terapéutica, ¿Cuántas enfermedades son psicosomáticas? ¿Y cuantas enfermedades son de la sociedad?

Podríamos comenzar trabajando en el ambiente donde se realiza la actividad médica, lo que se hace ya en algunos hospitales que valoran el ambiente saludable como parte del proceso curativo.

Podríamos trabajar junto a psicólogos y asesores de arte para encontrar el mejor complemento de terapia para ese paciente. Mil formas si sólo pensamos en la medicina tradicional sin ahondar en técnicas de medicina complementaria.


  • ¿Considera que la música y el arte deberían ser parte de la educación médica para una atención más humana?

Como describía más arriba, de todas maneras el arte debe ser parte de la educación médica. Nuestra capacidad de sentir lo que nos hace humanos, la perfección del cuerpo es en sí misma una obra de arte. Y como médicos debemos también reinventarnos, pues lo que está en los libros y en nuestro cerebro está ahora en la IA; pero sin embargo aquello que no se toca  y que son esos otros lenguajes de los sentidos que algunos artistas pueden escribir y algunos humanos pueden leer harán la diferencia.

















 

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